Veinticinco siglos después de su creación, las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides continúan representándose en todo Occidente, siguen siendo objeto de relecturas y se demuestran actuales. Género que aúna emoción, reflexión y trascendencia, la fuerza de la tragedia radica en su múltiple significación y en la riqueza de pensamiento.En esta obra, Jacqueline de Romilly profundiza en los trágicos griegos para explicar en qué contexto se creó esta dramaturgia, de dónde surgieron sus temas y personajes, qué textos nos han llegado y cuáles se perdieron, y por qué siguen conmoviéndonos hoy tanto como a sus primeros espectadores.