Durante los siglos XV y XVI teólogos como Antonino de Florencia dedicaron amplios espacios de sus tratados a condenar prácticas mágicas utilizadas con fines curativos. La obsesión por la intervención demoniaca los llevó no sólo a condenar el comportamiento de los feligreses, sino a señalar la tendencia de los médicos a utilizar remedios mágicos para curar a sus pacientes. Partiendo del análisis de fuentes pastorales y médicas, este libro examina y compara los discursos desarrollados por la teología y la medicina hacia estas prácticas, analizando, entre otras cosas, si el discurso de los teólogos se correspondía con la realidad reflejada en los textos escritos por médicos y sanadores, ejercicio que no cuenta con precedentes en la historiografía española y que ha revelado la existencia de posturas muy divergentes entre ambas tradiciones.