Pedro Juan Gutiérrez destilado en diecisiete relatos cubanos repletos de vitalismo, crudeza y sexo. Diecisiete relatos que funcionan como una sucesión de estampas cubanas, como un retrato de la vida en la isla a lo largo de tres décadas, de los años cincuenta a los setenta del pasado siglo. Sin embargo, este es un libro de cuentos que puede leerse también como una suerte de novela abierta o episódica, porque hay personajes que van reapareciendo. En especial uno, Carlitos, al que conocemos de niño, y luego reencontramos convertido en recluta y en obrero de la construcción que quiere estudiar Arquitectura y sueña con convertirse en periodista. Vemos a Carlitos abriéndose paso en la vida adulta, viviendo entusiasmos y decepciones. Y relacionándose con mujeres que lo marcarán: la madre, la tía sofisticada, la vecina que se parece a Sofía Loren y le provoca ensoñaciones masturbatorias, la novia con la que vive una situación muy peligrosa, la joven divorciada, la mujer madura y virgen