Él quería venganza.
Ella quería perderse en su fuego.
Renata quiere empezar de cero en Seattle con su mejor amiga Selena, pero, para ello, tendrá que trabajar en Tecnologías Saunders. Pensaba que era el sitio ideal, ya que el dueño es un viejo amigo de su hermano, pero no podía estar más alejada de la realidad. Los engranajes de un reloj se acaban de poner en funcionamiento, y la venganza perfecta se le ha presentado a Wesley en bandeja de plata.
Wesly odia al hermano de Renata. Juró que se vengaría de él algún día, y ahora podrá hacerlo sin ningún problema. La usará, la seducirá y la destrozará, para que su hermano odie el momento en que se le ocurrió meterse con él.
El plan es perfecto. Lo tiene todo controlado. Todo, menos los sentimientos que nacerán en su corazón al estar al lado de Renata.
Hace años que nada late en su pecho, que para Wesley solo existe la venganza, pero Renata está poniendo su mundo patas arriba.
¿Podrá usar a Renata para vengarse de su hermano? Por supuesto, pero, mientras tanto, hará que ambos gocen de los placeres del sexo, como jamás habrían imaginado.
Nunca una venganza fue tan erótica.