Un retrato desolador y realista de una familia del Madrid de posguerra; una familia que, como tantas otras, ha quedado con sus raíces rotas. Cuando Antolín regresa a Lavapiés después de un largo exilio se da cuenta de que su hogar ya no es su hogar. Corre el año 1949 y el país se ve sumido en las miserias de la posguerra. Su familia no es una excepción. Luisa, su esposa, no se parece al recuerdo que mantenía vivo en su memoria y la condición con la que encuentra sus hijos es aún más descorazonadora. Pedro, el mayor, se ha convertido en un «camisa nueva» con todas sus esperanzas puestas en la falange. En cambio, el menor participa de las actividades clandestinas del Partido Comunista. Por último, descubre que la única preocupación de su hija Amelia, que parece ajena a la situación que vive el país, es convertirse en monja. Tras haber sobrevivido a la guerra, haber asumido el exilio y la miseria, parece que Antolín todavía no se ha enfrentado a la lucha más amarga que haya tenido que librar nunca. Reseña:
«Hay que calificarla simplemente de acontecim