Samuel Taylor Coleridge representa la voz más intensa y también una de las más breves del primer romanticismo inglés. Dotado de una musicalidad singular dentro de toda la poesía inglesa, sus poemas refle¬jan las tensiones filosóficas y morales de los últimos años del siglo XVIII, época en que compuso sus versos más esenciales.
«Rara vez la ilustración de un poema ha logrado fundirse de manera tan perfecta e íntima no solo al espíritu del poema sino a todo su discurso, canto tras canto. Y sobre todo a un poema —como La Oda del viejo marinero, una pieza central del lenguaje inglés, uno de los más profundos suspiros del alma romántica, la puerta abierta a todo el simbolismo posterior, un tal torbellino de palabras e ideas que de no existir este prece¬dente se diría capaz de desafiar toda posible traslación a imá¬genes estáticas— cuyo enigmático poder de fascinación apela a una imaginación que solo exige que la dejen sola para apurar toda embriaguez en que le sume el verso».
Juan Benet