Un viejo y curtido Marinero es el que detiene a uno de los tres. 'Por el largo brillo de tu barba gris y el de tus ojos, di por qué de los tres me detienes a mí. De par en par las puertas del novio están abiertas y yo soy un pariente cercano; los invitados ya llegaron y el banquete comienza, ¿no oyes el alegre alboroto de la fiesta?' [à] Mas con el brillo de sus ojos lo retiene y el Invitado permanece inmóvil: escucha como un niño al Marinero que, a su merced y voluntad, lo tiene. Sobre una piedra se sentó el Invitado, pues nada hacer podía sino oír al anciano. Y así habló el viejo Marinero cuya mirada brilla tanto como el acero [à]