Esa minúscula taberna no tiene nombre, su dueño tampoco. Sin embargo, en el barrio de Shinjuku, todo el mundo los conoce. Abierta desde las doce de la noche hasta las siete de la madrugada, acoge a los noctámbulos de Tokio: boxeadores, prostitutas, actores porno, policías y yakuzas acaban allí para tomar caldo, ramen o sopa de miso, según lo que haya en la cocina. Cada plato da lugar a un encuentro, una historia. Desamores, reencuentros inesperados, anhelos o frustraciones: se cuece de todo en esta pequeña tasca donde los clientes vuelven una y otra vez, ya sea para celebrar el año nuevo con su pareja, para ahogar su pena en sake o por un súbito antojo nocturno de curry con arroz.ue busca un ventilador para los sofocos y prepárateà, porque cuando los polos opuestos se atraen, las cosas pueden ser complicadas. aclamada por autores como Rachel Cusk o Antony Beevor, es ya para sus muchos y fieles lectores una trilogía imprescindible a la que siempre hay que volver. constitucional o la fundamentación de los derechos humanos?, mientras que el último (que es también el más extenso) está dedicado a elaborar una con